“Gasperini intentó agredirme físicamente y el presidente de Atalanta no tuvo huevos”
En una entrevista con La Nación, Papu Gómez habla sin casette sobre la selección Argentina, la Atalanta y su futuro.
Redacción Bajo Siete Llaves
Fragmento sacado de La Nación
-¿Gasperini te quiso pegar?
-Sí. Y ahí dije basta. Uno puede discutir, ok, pero cuando hay una agresión física ya es intolerable. Entonces pedí una reunión con el presidente del club [Antonio Percassi] y le dije que no tenía problemas en continuar, aceptando que me había equivocado: como capitán no me había comportado bien, había sido un mal ejemplo desobedeciendo al técnico. Pero le dije al presidente que yo necesitaba una disculpa de Gasperini. Y le dije, también, que entendía que el presidente ni podía aceptar que el técnico hubiese intentado agredir a un jugador. Bien. Al día siguiente hubo una reunión de todo el plantel. Yo avancé y le pedí disculpas al entrenador y a mis compañeros por lo que había pasado. Y no recibí ninguna disculpa del técnico. Entonces, ¿cómo había que entenderlo? ¿Lo que había hecho yo estaba mal y lo que había hecho él estaba bien? Ahí empezó todo. Después de unos días le comuniqué al presidente que no quería seguir en Atalanta trabajando con Gasperini. El presidente me comunicó que no me iba a dejar salir, que no me iba a liberar. Comenzó el tira y afloje y los costos fueron para mí: me separaron del plantel y terminé entrenándome solo con la reserva.
-¿Cuál fue el peor momento?
-Todos. Fue feo porque después de 7 años me dejaron tirado, después de todo lo que le di al club. Se comportaron mal. Que el presidente no haya tenido los huevos de pedirle al técnico que simplemente me pidiera disculpas…, con eso se terminaba todo. Seguíamos los dos. Pero se comportaron muy mal conmigo. Porque eso no fue todo, ya que a partir de ahí me cerraron las puertas del fútbol italiano: no me querían dar a ninguno de los grandes de Italia porque decían que iban a reforzar a un rival directo. Sí llegaban ofertas de Arabia y de Estados Unidos y me querían mandar para ahí…, siendo el mejor centrocampista de la Serie A. Raro, se estaban comportando mal. Gracias a Dios apareció el Sevilla, porque yo lo único que quería era seguir compitiendo en un gran nivel para poder estar en la Copa América. Esa era mi obsesión. Por eso esperé y esperé hasta el final, y por suerte apareció el Sevilla.
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